domingo, 15 de mayo de 2011

"LA OBSERVACIÓN PARA LOS PROFESORES EN FORMACIÓN"



En esta sección muestro los resúmenes de las lecturas que analizaremos a lo largo del curso y que son de intererés para cualquier persona que se encuentre en el proceso de formación docente. La primera de ellas se titula "La observación para los profesores en formación".

Observar situaciones educativas concretas
Fauquet señala que a medida que los alumnos-profesores se van entrenando en los ejercicios de observación, se constata una evolución en sus polos de interés; al principio predominan las cuestiones de métodos y de contenidos, pero progresivamente va apareciendo el interés por los aspectos relacionales. Sería importante analizar la articulación entre el acto de enseñanza y el acto de aprendizaje del alumno.
Para que la observación no quede en algo global y vago, es preciso que se circunscriba a situaciones muy concretas y delimitadas dentro del conjunto del funcionamiento de la clase: observar tal tipo de secuencia pedagógica, a tales alumnos que tienen unas características específicas.
Conviene emprender observaciones longitudinales: seguir a un número limitado de alumnos de diferentes características, o durante distintas actividades, o en un determinado momento de la actividad pedagógica.
Por otra parte, es el entorno de la clase (disposición espacial, material, etc.) lo que lleva a examinar lo que los niños producen en relación con los medios materiales puestos a su disposición. Es el entorno del centro de educación secundaria con sus aspectos económicos, industriales, sociales, culturales, lo que lleva a buscar qué tipo de relaciones hay que desarrollar y qué proyectos conviene emprender. El centro escolar debe ser analizado en su funcionamiento interno y en sus relaciones con el medio social circundante.
Los métodos que deben emplearse dependen de los objetivos de observación; podrán ser unas veces clínicos o etnológicos y otras sistemáticos. Con bastante frecuencia una técnica ya abandonada, puede permitir a los profesores en prácticas aprender a estudiar determinadas secuencias que resultan especialmente significativas en la vida de un aula o de un centro, y sentir la necesidad de analizar los hechos recogidos: es lo que sucede en la técnica de los incidentes críticos de Flanagan. El autor diseña la actividad de una persona cuya situación está dirigida a una finalidad que lleva al éxito o al fracaso dentro de la circunstancia propia de la situación estudiada.
En la fórmula de Flanagan la información se recoge mediante cuestionarios o entrevistas. Es aconsejable para la formación de los profesores en prácticas, que ellos mismos recaben los incidentes críticos observando directamente la clase o la escuela, estudiando la interdependencia de los comportamientos profesor-alumnos y remontándose a los comportamientos inductores de reacciones positivas o negativas.




Adquirir capacidades de análisis
No basta con la descripción de los hechos. Se necesita conocer su significado. Se ofrecen tres modelos de formación:
1.- Centrado sobre las adquisiciones en el que la teoría precede a la práctica.
2.- Centrado en el procedimiento, que pone el acento sobre el proyecto personal de interacción continua entre la experiencia vivida y el análisis reflexivo.
3.- Concebido como un cambio personal en función de la progresiva toma de conciencia mediante el desarrollo de la capacidad de análisis.
El modelo centrado en el análisis propone desarrollar en sí mismo la capacidad e observar, analizar las situaciones, emprender un trabajo sobre sí mismo en función de la singularidad de éstas. Se establece una relación de regulación entre la teoría y la práctica, ligando la práctica a una referencia teórica y confrontándolas constantemente.
El profesor en formación inicial, cuando asume personalmente situaciones profesionales definidas, caracterizadas por las exigencias de determinados papeles en un marco social e institucional, pude explorarlos y conocerse mientras actúa, analizar su experiencia con la ayuda de la teoría, para contemplar con un cierto distanciamiento lo que ha vivido y buscarle su significación.
Pero previamente es preciso haber despertado en él un gran deseo de interrogarse y haberlo puesto en condiciones de elaborar por sí mismo los medios para analizar la situación y para resolver los problemas que este análisis le plantea.
El proceso de un análisis conduce a identificar los elementos que constituyen la situación educativa estudiada, los humanos, los materiales, los pedagógicos (objetivos, métodos), su función, sus relaciones, con el fin de delimitar su importancia y significación dentro de la organización estructurada del conjunto. Pero cada situación aislada pertenece a un sistema. El dispositivo de observación se delimita por la relación con la función del objeto de observación dentro del sistema. En el enfoque sistémico
“el papel principal del observador consiste en explicar los límites del objeto de estudio, separándolo y aislándolo dentro del entorno”. (Berbaum 1982)
Este autor insiste en la importancia de la decisión de separación de la realidad considerada por el observador y en la modificación que se introduce en la situación, debida a su presencia. Además, la organización y la complejidad del sistema sólo aparecen cuando el conjunto funciona.
No bastan, por tanto, las comparaciones entre elementos característicos de la situación, para descubrir semejanzas y diferencias. Hay que reconstruir el conjunto del funcionamiento mediante el estudio de las interacciones entre los elementos, de los juegos de procesos que ejercen sus funciones propias unos sobre otros.
Todo análisis tiene algo que ver con elecciones teóricas, ya porque pretende buscar el fundamento de los hechos observados, ya porque el propio análisis utiliza bases teóricas para reconstruir los hechos.

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