domingo, 15 de mayo de 2011

"LA DEFENSA"



La lectura nos habla de una situación que se desarrolla dentro de un salón de clases en una escuela secundaria. Mientras la profesora Sofía que impartía la clase de ciencias sociales leía un texto con voz monótona y sedante, observó que había sido arrojada una hoja de papel e instantáneamente quiso saber quién lo había hecho.
En aquella hoja estaba plasmado un corazón con una flecha atravesada y los nombres de Rosa María y Alberto, así como dos siluetas de forma humana completamente desnudas, un hombre y una mujer.
La maestra enfureció al ver el poco interés que mostraban a su clase y como nadie confesó quién había sido el autor, ordenó a los dos chicos presentarse a la hora del recreo en la dirección.
La autoridad máxima de la escuela suspendió a Rosa María y a Alberto hasta que el Consejo Técnico Escolar tomara una resolución al día siguiente. La niña estaba muy triste y preocupada por lo que pudiera sucederle cuando sus padres se enteraran. El chico le confesó que él lo había hecho porque estaba realmente aburrido pero que enfrentaría las consecuencias de sus actos.
En el momento de la reunión, todos los profesores de las diferentes asignaturas estaban presentes. Entonces algunos de ellos comenzaron a realizar una serie de cuestionamientos y afirmaciones como “hoy en día los jóvenes están enfermos de sexo y violencia” o “todo este problema se debe a la influencia del cine y la televisión”.
Cuando terminaron de dar su opinión, de manera sorpresiva Alberto habló ante su indignada audiencia, de una forma que muy pocas personas lo harían, clara y concisamente. Aceptó el error que cometió, sin embargo defendió elocuentemente el gran amor que sentía por su novia haciendo una diferencia entre el sexo y el amor. El primero es concreto y aparentemente sencillo de explicar y comprender, mientras que el segundo es un sentimiento que no podemos dominar y que casi nadie comprende porque es abstracto.
Cuando finalmente terminó de hablar, el director que se encontraba en una posición bastante incómoda, perdonó la sanción a aquellos jovencitos pidiéndoles que no volviera a suceder algo así y además, le pidió a Alberto que se pusiera en contacto con el maestro de oratoria para su participación en los próximos eventos regionales.
Antes de que se retiraran los maestros del local, el profesor de Educación Física recibió bajo la mesa de juicios un papel que decía:
“Te espero hoy en la noche en mi departamento. ¡Te deseo CONCRETAMENTE! Sofía”.

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